Padre Lohre: Secuestrado en Mali, Africa "Prisionero en el desierto, la radio del Papa me reconfortó"
Misionero de los Padres Blancos, secuestrado en Malí en noviembre de 2022 y liberado un año después, cuenta su testimonio a los medios de comunicación de la Santa Sede.
Reflexión Evangélica: Lc 4,18
“El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos, y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos”.
Revisión de compromisos y oración espontánea
Caso de vida
Padre Lohre: Secuestrado en Mali, Africa "Prisionero en el desierto, la radio del Papa me reconfortó"
Misionero de los Padres Blancos, secuestrado en Malí en noviembre de 2022 y liberado un año después, cuenta su testimonio a los medios de comunicación de la Santa Sede. Así que el trozo de desierto en el Sahel, a donde lo llevan los secuestradores tras apresarlo y meterlo en un
coche cuando se disponía a ir a dar misa, se convierte, según el relato del padre Hans Joachim Lohre, religioso alemán de los Misioneros de África, en "una especie de campamento de exploradores".
Unas horas después del secuestro, cuando el miedo debería morderle el estómago y vaciarle la cabeza, tiene la presencia de ánimo de considerar aquel drama un inesperado pero útil "año sabático". El padre Hans Joachim, todos me conocen sólo como 'Ha-Jo'", dice sonriendo, ofrece una visión de sus 371 días de cautiverio, del 20 de noviembre de 2022 al 26 de noviembre de 2023, con una sencillez desarmante.
Misionero en Malí desde hace 28 años, se remonta a aquel domingo del secuestro, cuando un coche se detiene detrás del suyo y un miliciano le advierte de que está detenido, al tiempo que otro le agarra por detrás y le arrastra a un vehículo y se aleja en medio de la nada. Llegó al primer lugar de encarcelamiento, al que el padre Ha-Jo lo llama un
"campamento de exploradores". "Había jóvenes de 17, 20, 22 años que vivían en el campo, en el bosque, mataban una cabra cada diez días, cocinaban, hacían pan, arroz, pasta". Un asunto tranquilo si no fueran yihadistas armados en medio de la nada.
El misionero se adapta y busca formas de comunicarse con los que le rodean. "Tuvimos muchas charlas sobre la fe, siempre con mucho respeto". La primera noche le quitaron toda la ropa y le dieron más, incluida una camiseta con la inscripción Amo a mi Rey. Ese día era la solemnidad de Cristo Rey y el clérigo agradece calurosamente al miliciano porque no puede haber camiseta más justa para él. No tener nada más da valor a lo que más importa. "Pueden quitarme todo, mi pasaporte, mi ropa, mi coche, pero no pueden quitarme mi fe", dice con su rasgo de bonhomía. Comienza así el "año sabático", en total incertidumbre sobre su destino y con la certeza de que "lo aprovecharía para tomarme tiempo para rezar y tener algo que decir, no para ser, como dice San Pablo, un "címbalo vacío". Ciertamente, reconoce, "me ayudó que me trataran bien, con respeto". Pero no fue la única ayuda.
La mirada de Dios
Y aquí la historia se vuelve increíblemente similar a la del padre Pierluigi Maccalli, secuestrado en su misión en Níger en septiembre de 2018 y luego liberado en octubre de 2021. "Cuando estaba en el Sahel, cuenta el padre Ha-Jo, había un joven que siempre escuchaba la radio, tomé la radio por casualidad, busqué un poco y, de repente, oí que leían el Evangelio de San Lucas. Era la misa de Nochebuena en San Pedro. Escuché la homilía del Papa, su reflexión sobre el pesebre donde había sido depositado el niño Jesús, seguí toda la misa. Me pareció como si Dios me dijera: 'Cristo ha nacido también por ti y no estás solo”.
"Esto me ha apoyado mucho"
Después, el misionero dejó de tener acceso a una radio hasta mediados de junio, cuando providencialmente pudo recuperar un aparato. Desde entonces, prosigue, "siempre he seguido en Radio Vaticano, escuchaba las entrevistas a los obispos sobre el Sínodo de la Sinodalidad y eso me sostenía mucho. Me dio mucha alegría, me sentí unido a la Iglesia, contento de saber lo que se hacía, la visita del Papa a Lisboa para la JMJ... Fue muy bonito". Una vez de vuelta en Alemania tras el secuestro, quiso pasar por Italia para venir a dar las gracias a sus colegas de la "Radio del Papa".
La nueva misión
Aún no sabe qué hará en el futuro, pero el "año sabático" le ha enseñado una cosa y lo explica con una última anécdota. "El último día, antes de volver a Alemania, estuve hablando un poco con el chófer que me había recogido en el desierto -sabía un poco de francés- y en un momento dado me preguntó: “Pero ¿qué hacen los sacerdotes católicos en países musulmanes como Malí o Níger, Mauritania, Argelia?” Reflexioné un poco y le respondí: “Hacen lo que todos los sacerdotes deben hacer, ser testigos del amor de Dios entre la gente y especialmente entre los más pequeños, los pobres, los enfermos, los emigrantes”. Y creo que mi futura misión irá también en esta dirección, ser testigo de lo que he vivido en el desierto".
A continuación, se les ofrecen algunas ideas para desarrollar el encuentro. Son sólo sugerencias de apoyo para quien lo dirija.
Preguntas para reflexionar el caso
¿Te das cuenta como si tienes a Dios en tu vida, las cosas que te van sucediendo siempre las ves de una manera providencial?
¿Por qué crees que el Padre Lohre nunca sintió miedo, aun sabiendo que estaba secuestrado?
¿Qué fue lo que lo sostuvo en ese año que él nombra sabático?
¿Sabes lo que significó para él poder escuchar la radio del Vaticano?
¿Porque crees que el Padre Lohre siente que tiene que dar a conocer
su testimonio de lo que vivió durante su secuestro?
¿Crees que tú también ante las adversidades que se te presentan en
la vida, podrías dar ese testimonio de amor a Dios?
¿Es Dios lo primero y más importante en tu vida para ser un
verdadero testigo de Su amor ante los hombres?
Causas y consecuencias
Porqué sucedió esto y qué efectos genera
Causas
Fidelidad a la misión
Amor a Dios
Testimonio
Valentía
Fe
Esperanza
Consecuencias
Felicidad
Plenitud
Alegría
Paz
Testimonio
¿Qué diría el mundo?
Explicar la forma de pensar del mundo ante el caso expuesto
El mundo vive sin Dios, por lo que ante una situación similar de secuestro, situación difícil y dolorosa de afrontar, trae con ello un estado de desesperación, angustia, impotencia provocando con esto un sentimiento de venganza y de falta de perdón trayendo como consecuencia un ambiente de violencia y resentimiento en las relaciones interpersonales. Con esto no se quiere decir que es una situación que sea aprobada y fácil de llevar, pero si desgraciadamente una persona la vive, tiene que tener una relación íntima con Dios porque solo Él puede dar la gracia del perdón y solo Él puede trasformar el alma para poder superar una situación así.
¿Qué diría Cristo?
Pasajes bíblicos que iluminen el caso
Jn 10, 10-11
“El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas”.
Mt 15, 19
“Porque del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, injurias”.
Lc 10, 30
Jesús empezó a decir: “Bajaba un hombre por el camino de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos bandidos, que lo despojaron hasta de sus ropas, lo golpearon y se marcharon dejándolo medio muerto”.
Lc 18, 18-20
Cierto hombre importante le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno, nadie más. Ya sabes los mandamientos: No cometas adulterio, no mates, no robes, no levantes falsos testimonios, honra a tu padre y a tu madre”.
¿Qué diría la Iglesia?
Referentes doctrinales que iluminen el caso
El Papa Francisco pidió este domingo la liberación "sin condiciones" de todos los secuestrados, una herida abierta de conflictos. “Oremos juntos por la liberación, sin condiciones, de todas las personas secuestradas”. Este gesto, que es un deber ante Dios, favorecerá también un clima de reconciliación y de paz, declaró el jesuita argentino tras el tradicional rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, en el Vaticano. Los secuestros son el punto sensible da las negociaciones que sostienen los Gobiernos con los principales grupos armados ilegales de los países. Pidiendo con insistencia su liberación, rezo por la armonía social e invito a todos a poner fin a la violencia, que tanto sufrimiento causa.
Actuares y compromiso
Se dan unas sugerencias, pero cada equipo debe pedir luz al Espíritu Santo para ellos.
En equipo
El rosario de un día de esta semana, ofrecerlo por todos los secuestrados para que Dios les dé fortaleza y esperanza y también por los secuestradores para que Dios mueva su corazón.
Ir un día de esta semana a misa y ofrecerla por lo mismo.
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