Testimonio de una madre que perdió a dos de sus hijos y a su marido en un accidente de tráfico.
Reflexión Evangélica: Jn 11, 25-26
Le dijo Jesús: “Yo soy la resurrección y la vid; el que cree en mí, aunque muera, vivirá. T todo aquel que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”
Revisión de compromisos y oración espontánea
Caso de vida
Testimonio de una madre que perdió a dos de sus hijos y a su marido en un accidente de tráfico.
Marta cuenta en su testimonio, grabado, cómo es posible superar el dolor
de la perdida de los seres queridos cuando se va acompañada de la fe y unida al amor de Dios. Lo cuenta explicando su propia experiencia de fe en esos momentos tan complicados.
Marta siempre fue educada en un ambiente donde la fe se respiraba, estuvo rodeada de sacerdotes, religiosos y religiosas que desde que era pequeña la han apoyado. Con su marido también la fe jugaba un papel muy importante, no sólo en ellos como matrimonio sino en la propia educación de sus hijos. Cuando ocurrió la tragedia de perder a su marido y a sus dos hijos en un accidente, pensó que no debía preguntarse el porqué de las cosas, ya que nunca lo iba a entender. Lo único que pedía era oración pues era lo único que la podría ayudar a superar esa situación: “esperanza y confianza.”
Cuenta ella misma: “Cuando te pasa algo así, te quedan dos caminos: o te rebelas completamente o te agarras de la Fe. He elegido la Fe y he acrecentado mi experiencia de Dios. He experimentado que ¡Dios existe!
Sin Él, nada tiene sentido y con Él todo es superable y posible. La batalla de cada día es la confianza, la esperanza y aprender a ejercitarlas, saber que tienes un dolor que te encoge el corazón y al mismo tiempo te hace saber que ese sufrimiento tiene un sentido y que Dios te ha permitido verlo y al mismo tiempo te permite sonreír y tener alegría.
Gracias porque tengo la certeza brutal, que solamente Dios me puede dar, de saber que mi marido y mis hijos están donde deben estar y que me permite sentirlos cerca y que algún día volveré a encontrarme con ellos. ¡Gracias a Dios por hacerles el regalo de llevárselos al Cielo! Con mi testimonio puedo ayudar a otras personas que están en esta misma situación y que no creen, ayudar a que crean y de pasar a no ver nada, a palpar, a sentir y a experimentar a Dios. Esperando la resurrección y el Cielo. Considerémonos otros “pequeños Cristos” y con esa Cruz saber que va a llegar ese “tercer día” y ese día de felicidad, también en esta vida, pues somos escogidos, privilegiados.”
¡No te pierdas el testimonio completo de Marta, impresionante!
A continuación, se les ofrecen algunas ideas para desarrollar el encuentro. Son sólo sugerencias de apoyo para quien lo dirija.
Preguntas para reflexionar el caso
¿Cuál crees que fue el motivo principal por el cual Marta pudo salir adelante?
¿Estas consciente de la importancia de le fe en la vida de todo ser humano?
¿Con esto te das cuenta de lo importante que es educar a los hijos en la fe?
¿Das testimonio, sabiendo que el ejemplo arrastra?
¿En algún momento de tu vida has experimentado una situación similar, de gran adversidad en la que hayas acudido a Dios para superarla?
¿La puedes compartir?
¿Te das cuenta de la importancia que tiene el reflexionar sobre la vida eterna?
¿Estás consiente de que estamos aquí solo de paso?
Causas y consecuencias
Porqué sucedió esto y qué efectos genera
Causas
Fe
Confianza en Dios
Creer en la vida eterna
Esperanza
Ambiente de fe en el hogar
Aceptación de la Voluntad de Dios
Testimonio
Gente con fe de apoyo Consecuencias
Paz
Amar la Voluntad de Dios
Certeza del amor de Dios por ti y por todos
Certeza de que Dios siempre quiere lo mejor para sus hijos
Certeza de la vida eterna
Confianza en Dios
Experiencia personal de Dios
¿Qué diría el mundo?
Explicar la forma de pensar del mundo ante el caso expuesto
Desgraciadamente el mundo hoy en día se mueve en un ambiente sin fe, debido a que se deja llevar solo por lo que es tangible y visible y con ello, cuando una persona pasa por una adversidad como ésta, se derrumba y siente que ya no tiene sentido su vida, llevándola a la desesperación y al vacío. Teniendo la certeza de que algo similar en la vida de cualquier persona, es imposible superar sin fe.
¿Qué diría Cristo?
Pasajes bíblicos que iluminen el caso
Mt 11, 28
“Vengan a mí los que van cansados, llevando pesadas cargas, y yo los aliviaré.”
Jn 16, 33
“Les he hablado de estas cosas para que tengan paz en mí. Ustedes encontrarán la persecución en el mundo. Pero, ánimo, yo he vencido al mundo.”
Jn 14,1-4
“No se turben; crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones. De no ser así, no les habría dicho que voy a prepararles un lugar.Y después de ir y prepararles un lugar, volveré para tomarlos conmigo, para que donde yo esté, estén también ustedes. Para ir a donde yo voy, ustedes ya conocen el camino.”
Lc 23, 46
Y Jesús gritó muy fuerte: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.” Y dichas estas palabras, expiró.
¿Qué diría la Iglesia?
Referentes doctrinales que iluminen el caso
Papa Benedicto XVI
La fe no es un simple asentimiento intelectual del hombre a las verdades particulares sobre Dios; es un acto con el que me confío libremente a un Dios que es Padre y me ama; es adhesión a un tú que me dona esperanza y confianza.
La fe es don de Dios, pero es también acto profundamente libre y humano. El Catecismo de la Iglesia Católica lo dice con claridad: Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo. Pero no es menos cierto que creer es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre (n. 154). Es más, las implica y exalta en una apuesta de vida que es como un éxodo, salir de uno mismo, de las propias seguridades, de los propios esquemas mentales, para confiarse a la acción de Dios que nos indica su camino para conseguir la verdadera libertad, nuestra identidad humana, la alegría verdadera del corazón, la paz con todos.
Actuares y compromiso
Se dan unas sugerencias, pero cada equipo debe pedir luz al Espíritu Santo para ellos.
Pedir a Nuestro Señor que nos conceda fortaleza y confianza para superar momentos difíciles.
Encomendar a aquellos que lo estén pasando mal y no encuentren consuelo.