DOMINGO 19 DE OCTUBRE REFLEXIÓN EVANGÉLICA
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- 28 sept
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A. Evangelio

TIEMPO ORDINARIO
Evangelio Lc 18, 1-8
19 de octubre de 2025
En aquel tiempo, Jesús decía a sus discípulos una parábola para enseñarles que es necesario orar siempre, sin desfallecer. Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres.
En aquella ciudad había una viuda que solía ir a decirle: “Hazme justicia frente a mi adversario”. Por algún tiempo se estuvo negando, pero después se dijo a sí mismo: “Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está molestando, le voy a hacer justicia, no sea que siga viniendo a cada momento a importunarme”. Y el Señor añadió: Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos que claman ante él día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?
B. Pasajes paralelos

Evangelio de Mateo
7, 7-11
Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe, el que busca halla, y al que llama se le abre. ¿Quién de vosotros le dará una piedra a su hijo si le pide pan? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? Si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos,
¡cuánto más vuestro Padre celestial dará cosas buenas a los que se las pidan!

Evangelio de Mateo
15, 21-28
Jesús salió de allí y se retiró al país de Tiro y de Sidón. Entonces una mujer cananea, que procedía de aquella región, se puso a gritar: ¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija está terriblemente atormentada por un demonio. Pero él no le respondió palabra. Sus discípulos se acercaron y le rogaban: Atiéndela, que viene gritando detrás de nosotros.Él respondió:
«No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Ella se acercó y se postró ante él diciendo: ¡Señor, ayúdame! Él le contestó:
No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perritos. Es verdad, Señor dijo ella, pero también los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces Jesús le respondió: Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla lo que deseas.Y desde aquel momento quedó curada su hija.

Evangelio de Lucas
11, 5-13
Y les dijo: Si uno de vosotros tiene un amigo, y va a él a medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha llegado de viaje y no tengo nada que ofrecerle”, y aquél, desde dentro, le responde:
“No me molestes; la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados; no puedo levantarme a dártelos”; os digo que, si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues yo os digo: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará en su lugar una serpiente? ¿O si pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más vuestro Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!»
C. Iluminación desde el Antiguo Testamento

Isaías 62, 6-7
Sobre tus muros, Jerusalén, he colocado centinelas; todo el día y toda la noche, nunca callarán. Vosotros, los que recordáis al Señor, no toméis descanso, ni le dejéis descansar hasta que restablezca a Jerusalén
y la convierta en motivo de alabanza en la tierra.

Eclesiástico 35, 12-18
No hagas injusticia al pobre, ni dejes de prestar oído a los necesitados.
No aflijas al que tiene hambre, ni hagas enojar al indigente.
No entristezcas al que ya está irritado, ni rechaces la súplica del afligido. No rechaces al que suplica en su aflicción, ni apartes tu rostro del pobre. La oración del humilde atraviesa las nubes, y hasta que llega no se consuela. No cesará hasta que el Altísimo lo atienda, y haga justicia a los justos y ejecute juicio. El Señor no tardará, ni mostrará indiferencia hacia ellos.

1 Tesalonicenses 5,17
Orad sin cesar.
D. Contexto cultural en los tiempos de Jesús.

En tiempos de Jesús, especialmente en las aldeas y zonas rurales, los jueces solían ser funcionarios locales, nombrados por las autoridades romanas o por los jefes religiosos judíos.
No todos eran justos: la corrupción era común, especialmente entre jueces que no temían a Dios ni respetaban al pueblo (como en la parábola).
Las viudas eran de las personas más vulnerables en la sociedad judía antigua. Sin esposo, no tenían medios económicos, ni voz legal ni social. Dependían de la caridad o de sus familiares.
E. Preguntas para Reflexionar

¿Cómo es mi vida de oración?
¿Es constante, confiada, o se debilita cuando no obtengo lo que pido?
¿He experimentado momentos en que sentí que Dios “no me respondía”?
¿Perseveré como la viuda o me rendí?
¿Creo de verdad que Dios escucha mi oración, incluso en el silencio?
¿Identifico situaciones en las que, como la viuda, otros claman por justicia?
¿Cómo respondo yo ante el sufrimiento ajeno?



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