DOMINGO 18 DE ENERO REFLEXIÓN EVANGÉLICA
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A. Evangelio

II domingo del tiempo ordinario
18 de enero 2026
Jn 1, 29-34
Al día siguiente ve a Jesús venir hacia él y dice: He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es por quien yo dije: Detrás de mí viene un hombre, que se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo. Y yo no le conocía, pero he venido a bautizar en agua para que él sea manifestado a Israel. Y Juan dio testimonio diciendo: He visto al Espíritu que bajaba como una paloma del cielo y se quedaba sobre él. Y yo no le conocía pero el que me envió a bautizar con agua, me dijo: "Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ése es el que bautiza con Espíritu Santo." Y yo le he visto y doy testimonio de que éste es el Elegido de Dios.
B. Pasajes paralelos

Evangelio de Mateo
3, 13-17
Por entonces vino Jesús de Galilea al Jordán, para encontrar a Juan y para que éste lo bautizara. Juan quiso disuadirlo y le dijo: ¿Tú vienes a mí? Soy yo quien necesita ser bautizado por ti. Jesús le respondió: Deja que hagamos así por ahora. De este modo respetaremos el debido orden. Entonces Juan aceptó. Una vez bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se abrieron los Cielos y vio al Espíritu de Dios que bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Al mismo tiempo se oyó una voz del cielo que decía: Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido.

Evangelio de Marcos
1, 9-11
En aquellos días Jesús vino de Nazaret, pueblo de Galilea, y se hizo bautizar por Juan en el río Jordán. Al momento de salir del agua, Jesús vio los Cielos abiertos: el Espíritu bajaba sobre él como lo hace la paloma, mientras se escuchaban estas palabras del Cielo: «Tú eres mi Hijo, el Amado, mi Elegido.

Evangelio de Lucas
3, 21-22
Un día fue bautizado también Jesús entre el pueblo que venía a recibir el bautismo. Y mientras estaba en oración, se abrieron los cielos: el Espíritu Santo bajó sobre él y se manifestó exteriormente en forma de paloma, y del cielo vino una voz: Tú eres mi Hijo, hoy te he dado a la vida.
C. Iluminación desde el Antiguo Testamento

Isaías 40,3
“Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor”

Malaquias 3,1
Estoy para enviar a mi mensajero, al que despejará el camino delante de mí; pues pronto entrará en su santuario el Señor que ustedes piden. Fíjense que ya llega el mensajero de la Alianza que ustedes tanto desean, dice Yavé de los ejércitos.

Salmo 2,7
“Tú eres mi Hijo; yo te he engendrado hoy”
D. Contexto cultural en los tiempos de Jesús

El Bautismo de Juan: Era un ritual de purificación y arrepentimiento, para preparar al pueblo ante la venida del Mesías. El agua simbolizaba limpieza, conversión y disposición para recibir la acción de Dios. Muy arraigado en la tradición judía, recordando la Pascua y los sacrificios expiatorios. Llamar a Jesús “Cordero de Dios” conectaba inmediatamente con la idea de liberación y expiación de pecados.
E. Preguntas para Reflexionar

1. ¿Qué significa para mí que Jesús sea llamado “Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”?
2. ¿Cómo comprendo la importancia de que el Espíritu descienda sobre Él y el Padre lo reconozca públicamente como Hijo amado?
3. ¿De qué manera Jesús redefine las expectativas que la sociedad puede tener sobre la salvación?
4. Juan reconoce a Jesús y da testimonio de Él, aunque aún no lo conoce plenamente. ¿Qué significa para mí dar testimonio de Jesús en mi vida cotidiana?
5. ¿Estoy atento/a a los signos de Dios en mi entorno, como lo estaba Juan con Jesús?
6. ¿Cómo puedo preparar el “camino del Señor” en mi familia, trabajo o comunidad, como hizo Juan?



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