DOMINGO 17 DE AGOSTO REFLEXIÓN EVANGÉLICA

A. Evangelio

Tiempo ordinario

17 de agosto 2025

Lc 12, 49-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: He venido a prender fuego en la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla! ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra la nuera, y la nuera contra la suegra.

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B. Pasajes paralelos

Evangelio de Mateo

10, 34-36

No penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada. Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre,

a la hija con su madre, a la nuera con su suegra, y enemigos de cada uno serán los de su propia casa.

Evangelio de Marcos

10, 38-39

Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado? Ellos le respondieron: Sí, podemos. Jesús les dijo:

El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y con el bautismo con que yo voy a ser bautizado seréis bautizados.

Evangelio de Lucas

2, 34-35

Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y como signo de contradicción y a ti misma una espada te atravesará el alma a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.

C. Iluminación desde el Antiguo Testamento

Malaquías 3,2-3

¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién permanecerá en pie cuando aparezca? Porque él es como fuego de fundidor y como lejía de lavandero. Se sentará para fundir y purificar la plata; purificará a los hijos de Leví, los depurará como el oro y la plata, y ellos serán los que presenten al Señor las ofrendas como es debido.

Isaías 66,15-16

Pues he aquí que el Señor viene en fuego, y sus carros como torbellino,

para descargar su cólera con furor y su amenaza con llamas de fuego.Porque el Señor juzgará con fuego y con su espada a toda carne, y serán muchos los que caerán por el Señor.

Jeremías 20,7-9

Me sedujiste, Señor, y me dejé seducir; fuiste más fuerte que yo, y me venciste. A diario he sido la irrisión,todos se burlan de mí. Pues cada vez que hablo, grito, proclamo: “¡Violencia y ruina!” La palabra del Señor se ha vuelto para mí oprobio y burla constantes. Me dije: “No lo recordaré, no hablaré más en su nombre.”Pero había en mi corazón como fuego ardiente, encerrado en mis huesos; me esforzaba por contenerlo, y no podía.

D. Contexto cultural en los tiempos de Jesús.

Muchos judíos esperaban un Mesías político que los liberara del dominio romano. Los zelotes querían una revolución armada; los fariseos buscaban renovar la vida religiosa; los saduceos colaboraban con Roma para mantener el poder. Jesús no encajaba en ninguno de estos grupos: su mensaje desconcertaba y dividía.

E. Preguntas para Reflexionar

1. ¿Qué significa para mí que Jesús “ha venido aprender fuego en la tierra”? ¿Cómo se manifiesta ese “fuego” en mi vida personal, en mi comunidad y en el mundo?

   
   

2. ¿He experimentado alguna vez que seguir a Jesús ha provocado algún tipo de conflicto o división? ¿Cómo lo he manejado?

   
   

3. Jesús habla de división incluso en la familia por causa del Evangelio. ¿Qué importancia le doy a la fidelidad a Dios en comparación con la unidad familiar o social?

4. ¿De qué maneras estoy dispuesto/a a vivir mi fe con valentía, aunque eso implique ir contra la corriente o enfrentar críticas?

   
   

5. ¿Qué “bautismo” o sacrificio personal siento que Jesús me invita a aceptar hoy?

   
   

6. ¿Cómo puedo ser un instrumento del “fuego” del Espíritu Santo que transforma y purifica sin causar daño o rechazo injustificado?