A. Evangelio.

Tiempo Ordinario
16 de febrero del 2025
Lucas 6, 17. 20-26.
En aquel tiempo, Jesús descendió del monte con sus discípulos y sus apóstoles y se detuvo en un llano. Allí se encontraba mucha gente, que había venido tanto de Judea y de Jerusalén, como de la costa de Tiro y de Sidón. Mirando entonces a sus discípulos, Jesús les dijo: 'Dichosos ustedes los pobres, porque de ustedes es el Reino de Dios. Dichosos ustedes los que ahora tienen hambre, porque serán saciados. Dichosos ustedes los que lloran ahora, porque al fin reirán. Dichosos serán ustedes cuando los hombres los aborrezcan y los expulsen de entre ellos, y cuando los insulten y maldigan por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, porque su recompensa será grande en el cielo. Pues así trataron sus padres a los profetas. Pero, ¡ay de ustedes, los ricos, porque ya tienen ahora su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora, porque después tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ríen ahora, porque llorarán de pena! ¡Ay de ustedes, cuando todo el mundo los alabe, porque de ese modo trataron sus padres a los falsos profetas.'"
B. Pasajes paralelos.

Lucas 6, 22-23
"Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo que vuestra recompensa será grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas”

Mateo 5, 11-12
"Dichosos serán cuando los injurien... Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en el cielo."

Mateo 6, 19-21
“No junten tesoros y reservas aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido hacen estragos, y donde los ladrones rompen el muro y roban.Junten tesoros y reservas en el Cielo, donde no hay polilla ni óxido para hacer estragos, y donde no hay ladrones para romper el muro y robar.
Pues donde está tu tesoro, allí estará también tu corazón”.
D. Iluminación desde el Antiguo Testamento.

Jeremías 17, 7
“Bendito sea aquel que confía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su confianza”

Isaías 61, 1-2
"El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para anunciar la buena nueva a los pobres, a vendar los corazones rotos."

Isaías 51, 7-8
"No teman el oprobio humano ni se asusten de sus ultrajes… pero mi justicia por siempre será y mi salvación por generaciones de generaciones"
E. Contexto cultural en los tiempos de Jesús.

Jesús vivió en un contexto de opresión política, desigualdad económica y tensiones religiosas. Sus enseñanzas, como las Bienaventuranzas, confrontan estas realidades y proponen un modelo de vida basado en la confianza en Dios, la justicia y la solidaridad con los más necesitados. Este mensaje sigue siendo desafiante y transformador en cualquier contexto cultural.
F. Preguntas para Reflexionar.

¿Qué significa para mí confiar en Dios en lugar de en las riquezas, como se proclama en las Bienaventuranzas?
¿Cómo interpreto la promesa de Jesús de que los pobres heredarán el Reino de Dios? ¿En qué áreas de mi vida puedo vivir más desprendidamente?
En mi comunidad, ¿quiénes serían los "pobres", "hambrientos" o "los que lloran"? ¿Qué actitudes concretas puedo asumir para ayudarlos?
¿Estoy dispuesto a vivir con sencillez y desapego para compartir más con quienes tienen menos?
¿Cómo vivo la realidad del Reino de Dios en el presente? ¿Me esfuerzo por hacerlo visible a través de mis acciones?
¿Qué me inspira más del mensaje de Jesús sobre la justicia, la misericordia y el consuelo?
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