DOMINGO 11 DE MAYO REFLEXIÓN EVANGÉLICA

A. Evangelio.

Cuarto domingo de Pascua

Jn 10, 27-30

Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas mi siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno.

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B. Pasajes paralelos.

Evangelio de Mateo

18, 12-14

¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en las montañas y va a buscar a la que se ha perdido? Y si la encuentra, de verdad les digo que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se han perdido."

Evangelio de Juan

10, 11-18

Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas. Pero el asalariado, que no es pastor, a quien no pertenecen las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye, y el lobo hace presa en ellas y las dispersa, porque es asalariado y no le importan nada las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas y las mías me conocen a mí, como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre y doy mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas, que no son de este redil; también a ésas las tengo que conducir y escucharán mi voz; y habrá un solo rebaño, un solo pastor. Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo; esa es la orden que he recibido de mi Padre.

C. Iluminación desde el Antiguo Testamento.

Isaías 53, 3-5

Despreciado y desechado entre los hombres, hombre de dolores, que sabe lo que es padecer... Él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por Su llaga fuimos nosotros curados.

Miqueas 5, 4

Él estará en pie y pastoreará con el poder del Señor, con la majestad del nombre del Señor su Dios; y ellos habitarán tranquilos, porque él será grande hasta los confines de la tierra.

Jeremías 23, 1-4

Ay de esos pastores que pierden y dispersan las ovejas de mis praderas. Así habla Yavé, el Dios de Israel, contra los pastores que pastorean a mi pueblo: Ustedes han dispersado mis ovejas y las han echado en vez de preocuparse de ellas. Pero ahora me voy a preocupar de ustedes por todo el mal que cometieron -palabra de Yavé. Voy a reunir el resto de mis ovejas, llamándolas de todos los países adonde las haya dispersado. Las haré volver a sus pastos, donde se criarán y se multiplicarán. Yo pondré al frente de ellas pastores que las cuiden, y nunca más temerán o serán asustadas. Ya ninguna se perderá.

D. Contexto cultural en los tiempos de Jesús.

 El contexto cultural en tiempos de Jesús era una mezcla de opresión romana, religión judía diversa, desigualdad social y expectativas mesiánicas. Jesús vivió en una sociedad profundamente influenciada por el judaísmo y la ocupación romana, y su mensaje de amor, perdón, y el Reino de Dios desafió tanto las expectativas religiosas como políticas de su tiempo. Para los primeros seguidores, y aún hoy, entender este contexto cultural es clave para interpretar y aplicar las enseñanzas de Jesús.

E. Preguntas para Reflexionar

1. ¿Qué significa para ti "oír la voz de Jesús"? ¿Cómo puedes escuchar más claramente su voz en tu vida diaria?

   
   

2. ¿De qué manera crees que Jesús te conoce de manera única y personal? ¿Cómo experimentas su conocimiento y amor hacia ti?

   
   

3. ¿Qué implica seguir a Jesús en la actualidad? ¿Es fácil o difícil seguirlo en tu vida diaria? ¿Por qué?

   
   

4. ¿Qué entiendes por "vida eterna"? ¿Cómo crees que esta promesa de Jesús impacta tu vida aquí y ahora, no solo en el futuro?

   
   

5. ¿Cómo cambia tu perspectiva sobre las dificultades de la vida al saber que tienes la promesa de vida eterna con Jesús?

   
   

6. ¿Qué significa para ti vivir con la seguridad de que no "perecerás jamás" si sigues a Jesús?