DOMINGO 09 DE NOVIEMBRE REFLEXIÓN EVANGÉLICA
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- 27 oct
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A. Evangelio

Tiempo ordinario
09 de noviembre 2025
Jn 2, 13-22
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas, sentados detrás de sus mesas. Hizo un látigo con cuerdas y los echó a todos fuera del Templo junto con las ovejas y bueyes; derribó las mesas de los cambistas y desparramó el dinero por el suelo. A los que vendían palomas les dijo: Saquen eso de aquí y no conviertan la Casa de mi Padre en un mercado. Sus discípulos se acordaron de lo que dice la Escritura: «Me devora el celo por tu Casa. Los judíos intervinieron: ¿Qué señal milagrosa nos muestras para justificar lo que haces? Jesús respondió: Destruyan este templo y yo lo reedificaré en tres días. Ellos contestaron: Han demorado ya cuarenta y seis años en la construcción de este templo, y ¿tú piensas reconstruirlo en tres días? En realidad, Jesús hablaba de ese Templo que es su cuerpo. Solamente cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron de que lo había dicho y creyeron tanto en la Escritura como en lo que Jesús dijo.
B. Pasajes paralelos

Evangelio de Mateo
21, 12-13
Jesús entró en el Templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el Templo. Derribó las mesas de los que cambiaban monedas y los puestos de los vendedores de palomas. Les dijo:Está escrito: Mi casa será llamada Casa de Oración. Pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones.

Evangelio de Marcos
11, 15-18
Llegaron a Jerusalén, y Jesús fue al Templo. Comenzó a echar fuera a los que se dedicaban a vender y a comprar dentro del recinto mismo. Volcaba las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los vendedores de palomas, y no permitía a nadie transportar cosas por el Templo. Luego se puso a enseñar y les dijo: ¿No dice Dios en la Escritura: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? ¡Pero ustedes la han convertido en una guarida de ladrones! Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley se enteraron de lo ocurrido y pensaron deshacerse de él; le tenían miedo al ver el impacto que su enseñanza producía sobre el pueblo.

Evangelio de Lucas
19, 45-48
Jesús entró después en el recinto del Templo y comenzó a expulsar a los comerciantes que estaban allí actuando.Les declaró: Dios dice en la Escritura: Mi casa será casa de oración. Pero ustedes la han convertido en un refugio de ladrones.»Jesús enseñaba todos los días en el Templo. Los jefes de los sacerdotes y los maestros de la Ley buscaban el modo de acabar con él, al igual que las autoridades de los judíos,
pero no sabían qué hacer, pues todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
C. Iluminación desde el Antiguo Testamento

Exodo 25,8
Me van a hacer un santuario para que yo habite en medio de ellos.

Jermias 7, 1-11
A Jeremías le llegó esta palabra de Yavé: Párate en la puerta de la Casa de Yavé y publica allí esta palabra: Escuchen, hombres de Judá, que entran por esta puerta a adorar a Yavé. Así habla Yavé, Dios de Israel: Mejoren su proceder y sus obras, y yo me quedaré con ustedes en este lugar. No confíen en palabras mentirosas como éstas: ¡Miren el Templo de Yavé!, ¡aquí está el Templo de Yavé!, ¡éste es el Templo de Yavé! Más bien mejoren su proceder y sus obras y hagan justicia a todos. Dejen de oprimir al extranjero, al huérfano y a la viuda. No manchen este lugar con sangre de gente asesinada. No vayan en pos de otros dioses, para desgracia de ustedes. Yo, entonces, los mantendré en este lugar, en el país que di a sus padres desde hace tiempo y para siempre. Pero ustedes se fían de palabras engañosas e inútiles. Ustedes roban, matan, toman la esposa del prójimo, juran en falso u ofrecen sacrificios a otros dioses, que no son de ustedes...Y luego vienen a presentarse ante mí, en este Templo que lleva mi Nombre, y dicen: «¡Aquí estaremos seguros después de cometer tantas maldades! ¿Será un refugio de ladrones esta casa mía sobre la cual descansa mi Nombre?
D. Contexto cultural en los tiempos de Jesús

Muchos esperaban un Mesías libertador que purificara el Templo, restaurara el culto y venciera a los opresores. El gesto de Jesús tiene rasgos proféticos y mesiánicos: limpia el Templo como señal de juicio y renovación. Pero en lugar de restaurar el Templo, Jesús lo reemplaza por algo nuevo: su propio cuerpo, muerto y resucitado.
E. Preguntas para Reflexionar

¿Valoro los espacios sagrados, los momentos de oración y encuentro con Dios?
¿Tengo un “celo sano” por las cosas de Dios o me he vuelto indiferente?
¿Qué hago cuando veo que en mi comunidad se pierde el sentido de lo sagrado?
¿Reconozco que Cristo es el verdadero Templo donde encuentro a Dios?
¿Qué significado tiene para mí que Jesús haya hablado de su cuerpo como el nuevo Templo?
¿Creo en la resurrección como centro de mi fe y esperanza?



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