top of page

062 “El por qué del mal, las adversidades y el sufrimiento en el mundo

Admin

Recientemente, mi hijo Bosco me preguntó que por qué él había nacido con su síndrome y me decía que no era justo, pues él no puede hacer lo que sus compañeros en la escuela hacen.








Reflexión Evangélica: Lc10, 33-37


Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él. Se acercó, curó sus heridas con aceite y vino y se las vendó; después lo montó sobre el animal que él traía, lo condujo a una posada y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente sacó dos monedas y se las dio al posadero diciéndole: “Cuídalo, y si gastas más, yo te lo pagaré a mi vuelta”.

Jesús entonces le preguntó: “Según tu parecer, ¿cuál de estos tres fue el prójimo del hombre que cayó en manos de los salteadores?” El maestro de la Ley contestó: «El que se mostró compasivo con él.» Y Jesús le dijo: “Vete y haz tú lo mismo”.


Revisión de compromisos y oración espontánea


Caso de vida


Recientemente, mi hijo Bosco me preguntó que por qué él había nacido con su síndrome y me decía que no era justo, pues él no puede hacer lo que sus compañeros en la escuela hacen. Comprendí que su pregunta demostraba que él había llegado a una nueva etapa en su desarrollo cognitivo (Piaget le llama “etapa de operaciones concretas”) y que ahora es capaz de observar las diferencias de manera más clara y también de comprender las consecuencias de dichas diferencias. Pero también comprendí que su pregunta tiene una complejidad mayor; ¿por qué hay unos que nacen con discapacidad y otros no?, ¿por qué hay unos que experimentarán más sufrimiento que otros?, ¿por qué hay quienes vivirán más injusticia que otros? Esto es lo que en filosofía y teología moral se conoce como el “problema del mal”, la pregunta filosófica es: ¿cómo es posible que si Dios es bueno permita el mal? Por lo tanto, dicen los ateos, “si el mal existe quiere decir que o Dios no es bueno, o Dios no existe, pues qué clase de Dios permitiría tanto sufrimiento en el mundo”.

Pero los ateos se equivocan, el problema del mal no prueba la inexistencia de Dios o su maldad, sino que prueba que éste es el mundo perfecto para que los seres humanos desarrollemos las virtudes que nos llevan a la plenitud, pues sin sufrimiento no habría espacio para la empatía, la solidaridad, la caridad, la justicia, la valentía y el amor. Sin el sufrimiento no seríamos humanos, libres de decidir cómo actuar, seríamos seres robotizados por un ser tiránico, no hijos de un Padre amoroso que nos quiere en la libertad.

Tarde o temprano todos sufriremos, podemos pensar que unos tienen una mejor situación que la nuestra, pero en realidad solo vemos un fragmento de su realidad. Todos enfermaremos y moriremos, todos veremos a nuestros seres queridos enfermar y morir, todos experimentaremos injusticia de una forma u otra, la pregunta no es: ¿por qué unos sufren y otros no? Sino ¿cómo afrontaré el sufrimiento cuando llegue a mi puerta?... pues un día llegará.

Afortunadamente, esa misma semana la vida le dio una oportunidad a mi hijo de comprender la situación de manera más profunda. Lo llevé a su entrenamiento de basquetbol en silla de ruedas y al llegar ahí lo que vimos fue niños sin las dos piernas, niños sin manos, niños con amputaciones totales, niños con discapacidades más complejas que las de él, e incluso adultos, pues sus entrenadores también están amputados, o tienen parálisis cerebral. A pesar de todo eso que vimos todos estaban felices, pues saben que lo que los une no es la discapacidad, sino el deseo de superarla. Y es ahí, en el deseo de superar nuestras adversidades donde encontramos la plenitud, pues es ahí que vemos que la dificultad es el camino que Dios ha pensado para nosotros, para transformarnos y crecer en la virtud para ser mejores seres humanos.

Así que te invito que ante las dificultades que tu día te presente te des la oportunidad de verlo como un proceso de transformación, que si lo aceptas y te comprometes a trabajar en él surgirá una mejor versión de ti mismo. Y un día voltearás y verás que los mejores días en tu vida fueron los de la lucha pues, gracias a ellos, creciste y te fortaleciste.


A continuación, se les ofrecen algunas ideas para desarrollar el encuentro. Son sólo sugerencias de apoyo para quien lo dirija.


Preguntas para reflexionar el caso


  • ¿Tú, qué piensas con respecto al mal que existe en el mundo?

  • ¿Crees que Dios es el culpable de que exista? ¿Si, no, por qué?

  • ¿Crees que es verdad que el sufrimiento y las adversidades de la

vida, nos hacen mejores personas? ¿Por qué?

  • ¿Crees que sin sufrimiento no podríamos crecer en la empatía, en el

desarrollo de las virtudes? ¿Por qué?


Causas y consecuencias


Porqué sucedió esto y qué efectos genera


Causas de la existencia del mal, sufrimiento y dolor en el mundo

• Libre albedrío

• Mal uso de la libertad

• Egoísmo

• Soberbia

• Poder

• El querer tener a costa de lo que sea y de quien sea

• Enfermedad

• Orgullo

Consecuencias positivas/negativas

• Empatía

• Caridad

• Crecimiento convirtiéndonos en mejores seres humanos

• Crecimiento espiritual

• Solidaridad

• Generosidad

• Dolor

• Tristeza

• Enfermedad

• Sin sentido

• Muerte

• Injusticia


¿Qué diría el mundo?


Explicar la forma de pensar del mundo ante el caso expuesto


El mundo nos hace creer que el sufrimiento es malo, injusto e innecesario para la vida y desgraciadamente culpamos a Dios de ello, olvidándonos que tenemos libre albedrío y que la mayoría de las veces el sufrimiento es causado por nuestras malas decisiones sin embargo Dios siempre saca cosas buenas de lo malo, por eso vemos claramente que el mal, las adversidades y el sufrimientos siempre, siempre nos hacen ser mejores personas y como dice la reflexión nos ayudan a desarrollar virtudes que si no tuviéramos esas adversidades nunca las desarrollaríamos.


¿Qué diría Cristo?


Pasajes bíblicos que iluminen el caso


Mt 10, 38-29

“El que no carga con su cruz y viene detrás de mí, no es digno de mi. El que vive su vida para sí la perderá, y el que sacrifique su vida por mi causa, la hallará”.

Mc7, 20-23

Y decía: “Lo que sale del hombre, eso es lo que contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen las intenciones malas: fornicaciones, robos, asesinatos, adulterios, avaricias, maldades, fraude, libertinaje, envidia, injuria, insolencia, insensatez. Todas estas perversidades salen de dentro y contaminan al hombre”.

Jn, 17,15

“No te pido que los saques del mundo, sino que los defiendas del Maligno”.

Mt5, 4

“Felices los que lloran, porque recibirán consuelo”.


¿Qué diría la Iglesia?


Referentes doctrinales que iluminen el caso


Papa Francisco. El Evangelio nos recuerda que Jesús rechaza la concepción de un Dios que castiga las culpas a través de los males y las tragedias que ocurren en el mundo. Jesús vino a salvar y no a condenar.

Pero los acontecimientos negativos deben recordarnos siempre la urgencia de la conversión. Jesús, nos llama a cambiar nuestros corazones, a invertir radicalmente el camino de nuestra vida, abandonando los compromisos con el mal", porque todos somos pecadores": todos, es decir, estamos llamados a convertirnos con urgencia. El Catecismo, nos recuerda que Jesús no vino a juzgar, sino a salvar, afirma: Es por el rechazo de la gracia en la vida presente que cada uno se juzga a sí mismo, recibe según sus obras y puede incluso condenarse para la eternidad (679).


Actuares y compromiso


Se dan unas sugerencias, pero cada equipo debe pedir luz al Espíritu Santo para ellos.


En equipo: Ayudar alguien cerca de nosotros que esté pasando por alguna adversidad o sufrimiento.

• Ofrecer un misterio del rosario por algún enfermo que sabemos lo necesita.


Oración final

50 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comentários


bottom of page