Milagro en Jalisco.
En Zaplotanejo, cuando se estaba exponiendo al Santísimo, al abrir las cortinas para mostrar la custodia donde se encontraba la Eucaristía, en plena adoración, unas personas se percataron de que la ésta comenzó a latir como un corazón; fue analizado por un médico quien ratificó que el movimiento era el mismo de el corazón de un ser humano. Esto sucedió el 25 julio de 2022.
Reflexión Evangélica: Lc 22, 14-20.
Cuando llegó la hora, se puso a la mesa con los apóstoles; y les dijo: «Con ansia he deseado comer esta Pascua con vosotros antes de padecer; porque os digo que ya no la comeré más hasta que halle su cumplimiento en el Reino de Dios». Y recibiendo una copa, dadas las gracias, dijo: «Tomad esto y repartidlo entre vosotros; porque os digo que, a partir de este momento, no beberé del producto de la vid hasta que llegue el Reino de Dios». Tomó luego pan, y, dadas las gracias, lo partió y se lo dio diciendo: «Este es mi cuerpo que es entregado por vosotros; haced esto en recuerdo mío». De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre,
que es derramada por vosotros».
Revisión de compromisos y oración espontánea
Caso de vida
Milagro en Jalisco.
En Zaplotanejo, cuando se estaba exponiendo al Santísimo, al abrir las cortinas para mostrar la custodia donde se encontraba la Eucaristía, en plena adoración, unas personas se percataron de que la ésta comenzó a latir como un corazón; fue analizado por un médico quien ratificó que el movimiento era el mismo de el corazón de un ser humano. Esto sucedió el 25 julio de 2022.
El mismo día, una señora, quien tuvo una conversión muy fuerte, a la hora de comulgar sintió el palpitar de la hostia en su boca.
El párroco lo quiso compartir como un impresionante milagro Eucarístico, comentando de que han estado sucediendo varias conversiones y situaciones en las que se hace presente la mano de Dios. https://youtu.be/lj_S0VDbJis
A continuación, se les ofrecen algunas ideas para desarrollar el encuentro. Son sólo sugerencias de apoyo para quien lo dirija.
Preguntas para reflexionar el caso
¿Por qué crees que Dios se está manifestando de esta forma?
¿Qué crees que nos quiere decir, en esta época en la que estamos viviendo crisis en todos los aspectos de la vida?
¿Estás consciente de que verdaderamente está Cristo en la Eucaristía?
¿Valoras la Eucaristía?
¿Procuras recibir y unirte a Cristo en la Eucaristía lo más posible o te da lo mismo el ir o no a misa a recibirlo? Contéstatelo cara a Dios y en el silencio de tu interior
Causas y consecuencias
Porqué sucedió esto y qué efectos genera
Causas
• Amor de Dios a nosotros
• Fortalecer nuestra fe
• Confianza
• Abandono
Consecuencias
• Conversiones
• Fe
• Consciencia de que Cristo está verdaderamente en la Eucaristía
• Palpar su amor personal a cada uno de nosotros, su presencia
hasta el fin de los tiempos y su entrega.
• Alegría
• Felicidad
¿Qué diría el mundo?
Explicar la forma de pensar del mundo ante el caso expuesto
El mundo no cree que en la Eucaristía se encuentra real y verdaderamente el cuerpo de Cristo.El mundo está tan inserto en lo material, superficial y en lo sensible que le cuesta mucho poder entender la dimensión espiritual y mucho menos lo sobrenatural, ¿por qué? porque vivimos en un mundo que necesita ver, tocar, oler gustar y oír para poder creer, porque también tenemos una fe muy débil.
¿Qué diría Cristo?
Pasajes bíblicos que iluminen el caso
Mt 26, 26-28
Mientras comían, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo». Después tomó una copa, dio gracias y se la pasó diciendo: «Beban todos de ella: esto es mi sangre, la sangre de la Alianza, que es derramada por una muchedumbre, para el perdón de sus pecados».
Mt 26, 18-19
Él les dijo: «Id a la ciudad, a casa de fulano, y decidle: "El Maestro dice: Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos». Los discípulos hicieron lo que Jesús les había mandado, y prepararon la Pascua.
Jn 6, 35
Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed».
Jn 6, 50-51
«Este es el pan que baja del cielo, para que quien lo coma no muera. Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo».
¿Qué diría la Iglesia?
Referentes doctrinales que iluminen el caso
Dice el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, aprobado y publicado en junio de 2005 por el Papa Benedicto XVI:
La Eucaristía "Es fuente y culmen de toda la vida cristiana. En ella alcanzan su cumbre la acción santificante de Dios sobre nosotros y nuestro culto a Él. La Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia: el mismo Cristo, nuestra Pascua. Expresa y produce la comunión en la vida divina y la unidad del Pueblo de Dios. Mediante la celebración eucarística nos unimos a la liturgia del cielo y anticipamos la vida eterna". (n. 274)
Los Milagros Eucarísticos pueden ayudar a conocer y a vivir la Fe que tiene su centro en Cristo, y en Cristo-Eucaristía: son realmente útiles porque están íntimamente orientados a Cristo y no son autónomos; pueden fortalecer la fe personal de los creyentes y también la de los no creyentes. Por tanto, son una ayuda para la fe porque nos conducen a la Eucaristía instituida por Cristo y celebrada en la Iglesia. Ellos deben servir a la Fe. No deben, ni pueden añadir nada al único y definitivo don de Cristo-Eucaristía, pero pueden convertirse en una humilde llamada de atención, a la vez que en una rica profundización en la fe; una ayuda que se ofrece pero que no es obligatorio aceptar. Los Milagros Eucarísticos pueden invitar a conocer, a apreciar y a amar más la Eucaristía.
Actuares y compromiso
Se dan unas sugerencias, pero cada equipo debe pedir luz al Espíritu Santo para ellos.
¡Acudiré a la confesión para recibir a Cristo en la Eucaristía, alabándolo y dándole gloria!
En equipoHablaré con todas las personas que están cerca de mí sobre el gran don y regalo que es la Eucaristía.
Esta semana, además del domingo, acudiré a una misa y comulgaré recibiendo a Cristo con una gran devoción.
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